UN “ALARGUE” COMPLEJO
El cara y sello del tercer tiempo gubernamental
PUNTO y APARTE. – Nº3, 2020
El intenso rebrote de los hechos de violencia en la Araucanía, con nuevos incendios, esta vez la quema de 17 camiones y maquinaria de propiedad privada en Padre Las Casas y con la intervención activa de civiles frente a la Municipalidad de Tirúa tomada por comuneros, reinstala la tensión en la zona con posibles repercusiones en todo el país.
La mezcla del descontento social de octubre de 2019, la crítica situación económica por los efectos de la pandemia, las posiciones de trinchera que han tomado los distintos sectores políticos sobre el plebiscito para una nueva Constitución y la derrota política del oficialismo en el Parlamento, golpean nuevamente la aprobación presidencial y acentúan los factores que pueden determinar una reactivación de las protestas ciudadanas. Así a lo menos lo ratifica la encuesta Feedback de julio, que revela que la aprobación de Sebastián Piñera cae en 19% en un periodo de casi tres meses, alcanzando solamente un 13% de apoyo a nivel general, 9% en los segmentos medios bajos y 19% en el nivel socioeconómico más alto.En el ámbito económico, el Gobierno inició su plan de desconfinamiento llamado “Paso a Paso”, con el que espera comenzar a reactivar paulatinamente la actividad económica, fuertemente afectada tras el estallido social de octubre pasado y paralizada casi en su totalidad durante los últimos 4 meses, para poder contener la propagación del Coronavirus. El Presidente Sebastián Piñera se refirió a la gravedad de la situación en su Cuenta Pública y anunció la implementación de un ambicioso Plan de Obras Públicas, con el que espera comenzar a revertir este escenario y combatir un desempleo que alcanza cifras históricas.
EL ESCENARIO
Con el cambio de Gabinete quedó en evidencia que el Presidente decidió enviar un mensaje a su sector, fortaleciendo la representación de la derecha más conservadora y fragmentando la llamada “derecha social” que personificaba Desbordes, cuya voz disidente quedó neutralizada al asumir como titular de Defensa. Lo anterior se explica en el contexto de un intento por reagrupar a la coalición para reposicionar al Gobierno ante la opinión pública y recuperar ese 20% que se considera como la base mínima de apoyo de su sector para asegurar que el Presidente pueda traspasar la piocha a un representante del oficialismo.
La Cuenta Pública no tuvo mayores repercusiones en términos políticos ni marco hito alguno en el acontecer nacional. Más allá de las explicaciones posteriores de ministros y del propio Presidente, por la omisión discursiva de las disculpas públicas por el manejo de la pandemia, quedó la sensación de que se desaprovechó esa última ocasión antes del inicio de la dinámica electoral, de capitalizar una instancia inmejorable para reinstalar a la figura presidencial.
Aun cuando parte de la oposición ha hablado del ingreso del “gabinete del Rechazo” tras el último cambio de elenco efectuado por el Presidente Piñera, lo cierto es que el próximo Plebiscito de entrada para una Nueva Constitución constituye un desafío para la actual Administración, especialmente en términos sanitarios y para garantizar la mayor participación posible. Al mismo tiempo, significa una oportunidad para el Gobierno de recuperar la confianza ciudadana, así como de contar con una herramienta de contención del descontento agudizado por la crisis sanitaria.
El retiro del 10% de los ahorros previsionales por parte de los ahorrantes de las AFPs, en términos prácticos, sobrepaso por completo a la Autoridad. Tras la apoteósica derrota en el Parlamento, la reservada promulgación de la ley ratifica lo inesperado de la fuerza con que se impuso esta demanda ciudadana y la poca sintonía del Ejecutivo para aquilatar la desesperada situación que están viviendo las familias por los efectos demoledores de la pandemia. Así a lo menos queda de manifiesto en ese 70% de afiliados que ya se han inscrito para retirar sus fondos y cuya gran mayoría ha señalado que utilizará estos recursos para el pago de deudas y la compra de insumos básicos.
La situación de violencia en la Araucanía ha vuelto a instalar el conflicto mapuche como uno de los problemas sin resolver en nuestro país y para el cual sucesivos gobiernos no han tenido respuesta. Sin embargo, lo que resulta incomprensible es que la actual Administración, que definió desde sus inicios que este tema sería prioritario, haya paralizado el plan diseñado, hasta retornar a lo que parece un punto cero. El ex Ministro de la cartera, Alfredo Moreno, propició un camino de diálogos con todos los actores y de establecimiento de nuevos espacios de confianza que llevaron a abrigar esperanzas de una solución pacífica. No obstante, esta estrategia fracasó por acciones del propio Gobierno. Tanto el anuncio del llamado Comando Jungla, el reemplazo de Moreno, el posterior abandono del trabajo en la zona por parte del Ministro Sichel y el asesinato de Camilo Catrillanca en manos de Carabineros, terminaron por no hacer viable esa estrategia. Ahora, tras el desalojo efectuado por Carabineros de la toma de la Municipalidad de Tirúa, el machi Celestino Córdova -en huelga de hambre por ya 95 días junto al comunero Rodrigo Curipán- anunció el comienzo de una huelga seca. Curipán, por su parte, vocero de los comuneros en huelga y presos en Angol y Lebu, rechazó los términos para dialogar ofrecidos por el Gobierno. En el ámbito económico, la situación para una gran mayoría de los ciudadanos se ha tornado crítica. El Banco Central informó que el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMACEC) registró una caída de 12,4% en el mes de junio. Por su parte, la cesantía alcanzó a 1 millón 800 mil personas desempleadas y 700 mil suspendidos, según reconoció el propio Presidente en su Mensaje a la nación. En este contexto, las últimas cifras entregadas por la autoridad sanitaria, que muestran una disminución progresiva a nivel nacional de los casos confirmados de contagios, estarían avalando la decisión del Gobierno de dar comienzo a un desconfinamiento de las personas y a la reapertura de las actividades económicas, para hacer frente a la dramática situación que ha significado la quiebra de muchas pymes, así como la pobreza en que ha caído parte importante de la población, como resultado de las medidas impuestas para la contención de los contagios. No obstante, el peligro de un rebrote del coronavirus, tal como ha ocurrido a nivel mundial luego de la reapertura, mantiene atento al Ejecutivo por la posibilidad de un forzado retroceso de estos avances. Es claro que el Gobierno enfrenta una encrucijada: debe navegar entre la necesidad urgente de reactivar la economía versus los cuidados de la salud y la vida de las personas por la pandemia.
PROYECCIONES
- En el contexto de los temores ciudadanos, fuertemente vinculados al sensible aumento del desempleo y a la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, aumenta de manera significativa la expectativa de una reactivación más decidida de la actividad económica. Por esta razón, tienden a fortalecerse las opiniones acerca de que distintas actividades sectoriales deberían continuar funcionando normalmente, tomando todas las medidas de protección, especialmente en la gran minería.
- Aún cuando los planes, proyecciones y planificaciones sobre los niveles y grados en que se debe ir dando paso a cierta normalidad siguen desarrollándose (cada uno con niveles de controversia y oposición), los datos indican que la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto muy grande en la vida diaria y que las emociones de ansiedad, miedo, angustia y agotamiento que cruzan a los distintos segmentos socioeconómicos se transformarán en un problema y una traba para retomar ciertos ritmos, normas y conductas en el futuro cercano. Así como acostumbrar a la gente a respetar los protocolos fue muy difícil, sacar a la gente de esa dinámica también lo será.
- Para los numerosos eventos electorales que se aproximan, todo indica que el futuro votante tenderá a buscar valores distintos en quien lo represente. Más que el don de mando o la capacidad de controlar con eficiencia los conflictos, que era lo que se le pedía a un líder anteriormente, se privilegiará el saber escuchar y responder a las preocupaciones ciudadanas. Hoy se valora el conocimiento de la realidad y el involucramiento con la gente.
- Que las protestas sociales en Chile serán iguales o más numerosas que en octubre de 2019, es otra de las conclusiones que se desprenden del estudio de Feedback. Una gran mayoría (77%) considera que esto ocurrirá cuándo pase el peligro de contagio por la epidemia de coronavirus. Un 69% considera que las movilizaciones deben continuar, en tanto un 41% cree que “Hay que buscar nuevas formas de movilización para evitar los enfrentamientos”. En contraste con lo anterior, un 28% tiene la idea de que “Hay que seguir con el mismo nivel de movilizaciones para asegurar que se concreten los cambios”.
- Con respecto al plebiscito, se sigue percibiendo una tendencia a una alta participación, lo que contrasta con lo que ocurre en relación a los liderazgos nacionales a poco más de un año de la contienda presidencial. A 16 meses de la próxima elección presidencial, el panorama es de alta incertidumbre sobre las distintas opciones, ya que no hay ningún posible candidato que destaque en las preferencias sobre el resto. Hasta el momento ninguno de los nombres más mencionados ha sido capaz de cruzar la barrera del 20% de las preferencias electorales en las encuestas que circulan.
- Para quienes en la Araucanía pensaban que era posible dialogar y que había que trabajar para llegar a un acuerdo, esa materia parece haberse agotado luego de la intervención por primera vez de civiles en un desalojo. Sin duda, este hecho tenderá a fortalecer las posiciones maximalistas y radicalizadas de los sectores minoritarios que optan por la confrontación como vía para conquistar sus demandas. No se puede ignorar que, si algo dejó claro el estallido social, fue que la causa del pueblo mapuche se había transformado en un factor de demanda nacional. Parece razonable entonces que cualquier iniciativa o solución futura que se emprenda tenga presente este factor.