LA MONEDA BAJO FUEGO CRUZADO

Comunicación y Territorio

LA MONEDA BAJO FUEGO CRUZADO

Votación en la Cámara por retiro de un 10% de fondos desde las AFP pone en jaque al Gobierno, devela crisis en La Moneda y golpea fuertemente a las instituciones administradoras de fondos de pensiones.

PUNTO y APARTE. – Boletín Nº1, 2020, Primera quincena de Julio

EL ESCENARIO

Un duro traspié sufrió el Gobierno en la Cámara Baja, luego de que se aprobara en su primer trámite la propuesta de retirar el 10% de los fondos de pensiones. Con 13 votos del oficialismo (4 RN y 9 UDI) se alcanzaron 95 votos, dos más de los 3/5 requeridos. De nada sirvió el intenso lobby por alinear a su sector de los Ministros de Hacienda y de Desarrollo Social en el Congreso, que incluyó una oferta de profundización de las medidas en apoyo a la clase media. De paso, el resultado se transforma en el primer episodio institucional de confrontación a las AFP.

Chile ocupa hoy el quinto lugar en el mundo con más casos diarios de COVID-19.  Más de 300.000 contagiados y sobre 6.600 fallecidos constituyen el dramático récord de la pandemia en el país. El daño colateral de la misma se expresa en desempleo, más pobreza y la quiebra de miles de pequeños empresarios. El desconfinamiento gradual establecido para las regiones de Los Ríos y Aysén abre la esperanza de una progresiva normalización del país, luego de este largo período de encierro. Sin embargo, la leve mejoría que se está registrando, ha reinstalado la discusión de expertos y especialistas sobre el cuándo y el cómo este proceso debería producirse.

La economía mundial está sufriendo los efectos de la pandemia del Covid19 y Chile no está ajeno a sus consecuencias. El Banco Central informó que en abril recién pasado se registró una caída de la actividad económica del 14,1%, en relación a igual período del año anterior. Se trata de la mayor baja del IMACEC desde que, en 1986, esta medición comenzó a ser publicada. A su vez, la Universidad Católica publicó una encuesta en la que concluye que el desempleo para junio del 2020, subió a  un 11,5%. una cifra histórica y la más alta en 16 años.

Por su parte, el Banco JP Morgan señaló que el porcentaje de desocupados reportado por el Instituto Nacional de Estadísticas chileno, de un 11,2% para el trimestre marzo-mayo, “minimiza el impacto real de las medidas de distanciamiento social en el mercado laboral”. Para la entidad bancaria de inversiones, Chile estaría bordeando un 20% de desocupación real. La diferencia se basa en que la cifra publicada por el INE no incorporaría a quienes no están buscando trabajo debido a la situación de confinamiento por la pandemia, ni a quienes -haciendo uso de la ley de protección al empleo- están recibiendo su seguro de cesantía sin romper al vínculo laboral. En tanto, el FMI volvió a rebajar las proyecciones de crecimiento para Chile en el 2020, de una previsión de un retroceso de 4,5% a una mayor de 7,5% para este año.

En otro plano, una caída de 7 puntos porcentuales marcó el Presidente Piñera en la aprobación a su gestión, según la última encuesta de Criteria Research, quedando con un 17% respecto del 24% medido el mes anterior. Por primera vez, desde la llegada de la pandemia a Chile, el Mandatario traspasa a la baja la barrera del 20%. En tanto, su desaprobación marcó 77%, subiendo 9 puntos porcentuales respecto de mayo. En gran medida, estos números explican la desafección del oficialismo con su Gobierno y la confrontación pública con sus aliados.

PROYECCIONES

  1. Aún cuando la UDI ha expresado abiertamente su crítica al Gobierno, simbolizando en el Ministro del Interior, Gonzalo Blumel, el déficit en la conducción política y su responsabilidad por el apoyo del Ejecutivo a la ley que limita la reelección de alcaldes, el verdadero destinatario de su molestia parece ser el Primer Mandatario. Dicha ley  perjudica de forma importante al gremialismo frente a sus socios del sector. En la UDI ha ido creciendo el malestar por lo que consideran una actitud débil del Presidente frente a la oposición y a las presiones de RN y Evopoli. Todo indica que este será un capítulo más de una disputa que busca nuevos cambios y un giro más conservador en la conducta del Presidente.
  2. Si bien, tras el último y más grave traspié en el Congreso, el Ejecutivo hizo un “mea culpa” llamando a un nuevo trato entre los partidos oficialistas, lo concreto es que, ad-portas del comienzo de la dinámica electoral, la actual Administración no logra encontrar el camino para ordenar sus propias filas. Los primeros en desmarcarse fueron los alcaldes de centro-derecha. En el caso de RN, su propio presidente, Mario Desbordes, ha desafiado en diversas ocasiones al Gobierno y ahora lo hace la UDI exigiendo el cambio de postura de La Moneda. El anuncio de que el Comité Político ampliado de los lunes con los partidos se suspende “hasta nuevo aviso”, pone un compás de espera para la solución de esta crisis.
  3. En la medida que avanza el tiempo, se comienza a expresar el efecto de la desconfianza ciudadana en todas las instituciones y en particular en la política. La incertidumbre por lo que acontezca en la post pandemia va desatando la preocupación y ansiedad de los actores por un escenario pre-electoral de gran complejidad y resultados inciertos para el futuro. A partir de septiembre el país estará marcado por a lo menos cinco procesos electorales que se tomarán la agenda y que se transformarán en factores decisivos en la toma de decisiones. Lo que está aconteciendo ahora en Chile Vamos, se inscribe en ese contexto, que seguramente cruzará a todos los sectores. Así a lo menos se refleja en las encuestas, en donde el posicionamiento de algunos liderazgos supera escasamente los dos dígitos, prefigurando un cuadro electoral en que todo está por decidirse.
  4. El Ejecutivo está siendo sobrepasado por una dinámica que no logra controlar y que cruza a toda la clase política. Gobierno, parlamentarios y dirigentes políticos buscan sin éxito imbricarse con una población en el límite de su tolerancia, asustada y empobrecida, donde nuevamente se instalaron las ollas comunes y se observan las primeras protestas en las comunas más populares.  A eso se suma una clase media emergente que siente que ha perdido el fruto de años de esfuerzo. El desafío urgente para todas las instituciones es entregar señales de estabilidad que den sustento a los anuncios y un cronograma preciso de implementación. Las disputas no ayudan ni benefician a nadie en particular y sólo logran tensar aún más el ambiente para la post pandemia.
  5. La OCDE publicó sus proyecciones económicas para la región hace algunas semanas. En ese informe se prevé una caída del PIB en Chile de un 7,1% en caso de un rebrote del virus. Claramente, eso significa la peor crisis nacional desde 1982. No obstante, algunos personeros han expresado que Chile se encuentra en mejores condiciones que los demás países de la región para una recuperación económica post pandemia, por una regla fiscal que ha permitido consolidar las cuentas ordenadas y con buena evaluación de riesgo para contraer futuros compromisos financieros internacionales, lo cierto es que las proyecciones no son alentadoras. La última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) que publica el Banco Central, prevé una contracción de la actividad económica del 8,1% para el 2020, igual que para el Producto Interno Bruto (-2,7%). En tanto, el Banco Mundial proyecta una contracción del 4,3% para la economía chilena y con “perspectivas sumamente inciertas para el 2021”.

 

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